Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos
cuando hablamos de errores de medicación son los que se producen en el paciente
polimedicado.
El paciente polimedicado es un paciente que toma varios
fármacos (4 o más) durante un período de tiempo prolongado (Más de 6 meses). Estos pacientes suelen ser
pacientes ancianos que toman un número considerable de fármacos ó pacientes con
varias comorbilidades. Debido al progresivo envejecimiento de la población,
cada vez tenemos más pacientes ancianos polimedicados por lo que hemos de
prestar especial atención a la farmacoterapia de estos pacientes.
Cuando el número de fármacos prescritos es elevado, el
riesgo de que se produzcan errores en la administración aumenta exponencialmente
al número de fármacos pautados. Es por ello que es tremendamente importante que
el paciente sea capaz de diferenciar cada fármaco correctamente. El gran problema surge cuando al paciente le son prescritos
fármacos cuyo cartonaje es idéntico. Esta situación se ha visto acrecentada por
el aumento de medicamentos genéricos en
el mercado farmacéutico. Los laboratorios que los comercializan suelen
disminuir costes de producción utilizando el mismo cartonaje para varios
fármacos y únicamente cambian los datos correspondientes a la identificación
del fármaco.
Debido a la gran cantidad de medicación que llevan
prescrita estos pacientes, es habitual que en la oficina de farmacia se le
puedan dispensar fármacos del mismo laboratorio fabricante. Nos encontramos
entonces con situaciones como el ejemplo
de los fármacos de la foto (enviada por @SisaCampo). En este caso Torasemida y Losartán del laboratorio Normon, tienen
idéntico envase. Estos dos fármacos pueden ser perfectamente prescritos para el
mismo paciente para la indicación de hipertensión arterial o insuficiencia
cardíaca pudiendo producirse errores en
las pautas posológicas y en la toma adecuada de las dosis prescritas y por
tanto, la no consecución del objetivo terapéutico. Si nos fijamos en la foto, la línea de
productos del laboratorio Normon sigue un mismo patrón siendo los envases muy
parecidos entre sí pudiendo dar lugar a numerosas confusiones.
En estas situaciones juega un papel clave el farmacéutico
comunitario, que realizando una atención farmacéutica de calidad e intentando,
siempre que sea posible, seleccionar en la dispensación los fármacos que mejor
puedan ser identificados en cada paciente puede intentar disminuir este tipo de
errores. Esto no siempre es posible debido a que los criterios de selección de
los fármacos dependen en gran medida de
las ofertas que realizan los laboratorios a las farmacias y además, la
dispensación de uno u otro está supeditada a los precios de referencia
establecidos. Cuando no puede actuarse sobre la selección del fármaco, otras
medidas como la elaboración de cuadros de medicación o instruir al paciente en
la elaboración de pastilleros pueden ayudar a disminuir este tipo de errores.
Otro de los problemas
que aparecen habitualmente en el
paciente polimedicado es la prescripción del mismo principio activo por parte
de distintos facultativos produciéndose así duplicidades en la medicación. En 2011, la Sociedad de Medicina de Familia y
Comunitaria, junto con la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria
y Atención Primaria (FAECAP) y la Sociedad Española de Calidad Asistencial
(SECA) realizaron un manifiesto, por el cual reclamaban a la administración la
necesidad de implantar lo que denominan “isoapariencia” de los medicamentos, es
decir, que los medicamentos que contengan un mismo principio activo, deben
tener una apariencia común. Con el lema
“Si son iguales, que parezcan iguales”, proponían a las autoridades que para el
mismo principio activo, en todas sus presentaciones comercializadas, una de las
caras del envase esté estandarizada y en ella se indiquen únicamente el nombre
del principio activo, la dosis, el número de dosis y la forma farmacéutica. El
resto del envase podría individualizarse por el laboratorio que lo
comercializa. De esa forma, el paciente sería capaz de apreciar que se trata
del mismo fármaco y evitar así duplicidades.
Recientemente, varios
profesionales sanitarios han puesto en
marcha el proyecto “Polimedicados 2.0”. El proyecto nace como un proyecto de
conciliación de medicación durante el ingreso hospitalario en el que participan
todos los profesionales implicados en la farmacoterapia del paciente y que
pretende no quedarse sólo en el ámbito del hospital sino que aboga por una
colaboración entre farmacéuticos de hospital y comunitarios con el objetivo de
mejorar la calidad en la atención
farmacéutica que reciben estos pacientes y mejorar su farmacoterapia. Para ello
ponen a disposición de los profesionales y de los propios pacientes, herramientas
como la elaboración de cuadros de medicación, vídeos y folletos informativos,
así como información tanto en el blog como en las distintas redes sociales
donde se han desplegado (Facebook, Twitter, blog, etc).
Este tipo de proyectos colaborativos que hemos comentado, deberían
extenderse a todos los ámbitos sanitarios ya que la colaboración entre los
distintos profesionales es fundamental para obtener el máximo beneficio y
calidad en la farmacoterapia de un paciente ya que es éste el fin común por el
que todos trabajamos día a día.
Estimados compañeros "sanitarios"
ResponderEliminarMe gusta la libertad con la que hablaís de la posibilidad de errores debido al cartonaje de los medicamentos genéricos,y el "crucial" papel que el farmacéutico juega en este terreno para evitarlos: "seleccionar en la dispensación los fármacos que mejor puedan ser identificados en cada paciente puede intentar disminuir este tipo de errores". No crees que el sanitario mas indicado y que mejor conoce al paciente y sus peculiaridades (sin entrar en su patología) el médico prescriptor? Si la farmacia no puediese cambiar libremente a su antojo comercial la presentación que le dispensa al paciente, o mejor dicho cliente, (me imagino que como farmaceuticos que sois sabreís el famoso stock B (10+3...)), posiblemente estos errores no tendrían lugar.
Y como segundo aspecto, es cierto que en algunas ocasiones (no creo que ni supero el 0,1% de las prescripciones) el médico puede prescribir un principio activo duplicada. No creo que sea necesario ser un gran licenciado para darse cuenta en la pantalla del ordenador que hay dos principios activos iguales en la prescripción.
Con estos comentarios no quiero molestar a nadie, si no que antes de hablar todos deberíamos mirar lo que hacemos, como lo hacemos y que aportamos con lo que hacemos.
Hola Juan:
EliminarLa misión principal de nuestro blog es dar a conocer a todos los profesionales sanitarios situaciones relacionadas con los medicamentos que puedan inducir a errores desde que se prescribe un fármaco hasta que es administrado al paciente y
la colaboración entre los distintos profesionales es el factor más importante a la hora de evitar los errores en el tratamiento de un paciente, es lo que intentamos promover con esta iniciativa.
En la farmacoterapia de un paciente no solo interviene el médico como afirmas. El farmacéutico realiza la dispensación, un acto que no solo implica dar una medicación, sino instruir al paciente en la toma de la misma, evitar interacciones, mejorar la adherencia, etc. Enermería interviene realizando la administración de la medicación. Todos estos profesionales crean filtros para que los posibles errores sean detectados y no lleguen a producirse. Cuando un paciente lleva pautados varios fármacos y pueden inducir a error, una buena selección de los mismos puede ayudar a evitar la administración errónea por la confusión entre un fármaco y otro. Dudo enormemente que los prescriptores conozcan todas las presentaciones comerciales de los fármacos, los farmacéuticos que trabajamos con ellos, desde luego no las conocemos todas, pero sí podemos en el acto de dispensación detectar el riego de que se produzca el error y poder evitarlo.
Por otra parte, respecto al segundo aspecto que comentas, cuando el paciente es visto por varios especialistas y médicos de familia es posible que se produzcan duplicidades terapéuticas. El manifiesto del que hablo en el post no lo firma precisamente ningún farmacéutico sino la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria y la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria, por lo que creo que el error debe ser más prevalente de lo que tu indicas.
Gracias por darnos tu opinión aunque creo que no era necesario descalificar a nuestra profesión para expresar tu desacuerdo.
Un saludo